La Navidad, la familia y estas cosas…

la familia

La navidad se acerca inexorable y comienzan las reuniones familiares, las cenas con amistades, y con ellas, se despiertan emociones que, en muchas ocasiones, teníamos reprimidas, surgen conflictos internos y también con los demás.

Para haceros más llevadera esta época, y, en la medida de lo posible, más feliz queremos compartir con vosotras/os una serie de consejos que esperamos que os resulte de utilidad.

Es muy posible que en estas reuniones surjan temas polémicos que incluso lleguen a acabar en disputas. Bien, pues no te vamos a decir que te calles como quizás has hecho hasta ahora, o que agaches la cabeza y luego lidies tú con tus reacciones, ni mucho menos. Tampoco se trata de ir a pecho descubierto buscando bronca y llevarnos el disgusto. Nuestra recomendación es que te defiendas y confíes en tu criterio, que te muestres asertiva/o, pongas límites y recuerdes tu derecho a expresar tus opiniones y que éstas sean tenidas en cuenta.

Otra fuente de conflictos habitual está relacionada con las tareas asociadas a la cena, las compras, los cuidados, la casa…tareas que habitualmente recaen en las mujeres, tareas invisibles que damos por hechas. Así que. aquí va nuestro consejo, corresponsabilízate, colabora, agradece, y sí eres de las que, hasta ahora, lo has hecho tú sola, implica a la familia, delega, pon límites, conecta con tus necesidades y tu derecho a disfrutar de las navidades y tener las fiestas en paz.

No nos olvidamos de los regalos que también pueden volverse un quebradero de cabeza, y con respecto a esto, te pedimos que desarrolles tu empatía y pienses en la persona a la que va dirigido, sin olvidar que, como bien sabéis, las cosas más importantes de la vida, como el tiempo o el cariño, no cuestan dinero, aunque no tengan precio.

No podemos dejar de recordaros también que la navidad es una excelente oportunidad para romper con todos nuestros “deberías de”, expectativas, roles y mandatos de género. Basta de ansiedad y culpa por no cumplir esas expectativas, mereces lealtad hacia ti misma/o, porque, si para que los demás estén bien tú tienes que estar mal, todo deja de sentir sentido.

Y, por último, simplemente transmitiros que pasar la navidad con la familia es simplemente una opción entre otras muchas.  Hay vida y disfrute fuera de los lazos de sangre, hay personas con las que vamos creando otros vínculos que nos aportan experiencias reparadoras, que nos escuchan, legitiman, apoyan y nos ayudan a evolucionar. Es nuestra familia elegida que, en ocasiones funciona como complemento a la familia de origen, enriqueciendo aún más nuestras relaciones, y en otras, cubre las necesidades afectivas que la familia biológica no satisface. La recomendación es clara en este punto:  Busca tu familia elegida y tu refugio seguro, y después, disfrútala.

Feliz Navidad