En primer lugar, tenemos que tomar conciencia e identificar el sentimiento de celos, llamar a las cosas por su nombre va a ser el primer paso para aprender a manejar nuestras emociones.
Tratar de definir qué es lo que está generando esos celos. Puede ser que el tiempo que pasa conectada mi pareja es demasiado para lo que yo considero y es tiempo que me está restando a mí, por lo que podría interpretar que prefiere hacer cualquier cosa a estar conmigo, porque ya no le intereso o no se divierte conmigo. O, por el contrario, puedo imaginar que mi pareja está chateando con otra persona y que está sintiendo atracción o amor por ella.
En función de la causa que origina el sentimiento celoso, a la hora de abordarlo con la pareja, se hará de forma diferente.
Es conveniente, sobre todo si ya he sentido celos en otras relaciones, intentar averiguar de donde vienen, si de alguna carencia afectiva en la niñez, infidelidades de parejas anteriores e incluso propias (cree el ladrón que todos son de su condición)…El autonálisis es siempre un buen remedio.
Si los celos se están tornando en un tormento, hay una crisis y hay que ponerla sobre la mesa. Como todas las crisis, nos indican que algo está fallando, hay que buscar de qué se trata y solucionarlo. A la hora de plantear la cuestión, es importarle hacerlo sin tapujos pero con respeto, exponer nuestras inseguridades sin agobiar ni exigir.
Ambos miembros de la pareja deben plantear sus peticiones:
La persona celosa tratará de no empezar la conversación con reproches y críticas, asumiendo que ella es la responsable de sus sentimientos, exponiendo con calma lo que ella considera que son motivos para sentir celos y dando la oportunidad de respuesta a la pareja.
La persona celada explicará como se siente cuando la espían o interrogan e intentará que su pareja se sienta segura en la relación, aclarando desde el principio cualquier situación sospechosa para despejar dudas y que no vaya a mayores.
Vamos a aprovechar esta “crisis celosa” para redefinir nuestro proyecto común como pareja, establecer nuevos límites, condiciones, realizar demandas y peticiones, etc..
Hay que entender que nuestra pareja, al igual que nosotros/as tiene sus necesidades y hay que respetarlas. En toda relación saludable habrá espacios individuales para cada miembro de la pareja y los espacios compartidos para ambos.
Una técnica muy buena para superar los celos, ya sean virtuales o reales, es anotar en un papel cada vez que experimentemos celos, anotando el pensamiento que se nos pasa por la cabeza (por ejemplo, mi novio se va a enrollar con su compañera de trabajo).
Después analiza estos pensamientos, anotando en otra columna, al lado de cada uno de ellos, las pruebas que tienes a favor de que ocurra esto (se llevan bien, tiene su número personal, es más guapa que yo…).
Continúa y en otra columna anota todas las evidencias que tengas en contra de que esto suceda. Si te cuesta, imagina que es una amiga a la que estás ayudando ¿que le dirías? (yo también tengo el número de muchos compañeros, me llevo bien con ellos y no deseo tener relaciones íntimas, él nunca me ha dado motivos para pensar esto…)
Cuestionar de manera racional y lógica cada uno de los pensamientos nos va a permitir librarnos de esos celos que tanto sufrimiento nos causan.
En cualquier caso, si lo estamos pasando mal y no podemos resolverlo solos/as es conveniente que acudamos a buscar ayuda profesional.
Bárbara Zorrilla Pantoja
Psicóloga col. M-24695